"Multiplicación a traves de semilla"
Para que su resultado sea realmente satisfactorio, la siembra debe llevarse a cabo en invernadero, aunque a nivel de aficionado, puede realizarse en una caja de propagación, las cuales pueden adquirirse en establecimientos de venta de utensilios para horticultura o también usando algunos de los tipos de los que pueden ser construidos por uno mismo. Estas cajas de propagación o "mini-invernaderos" suelen ser fabricados a base de plástico, plancha de hierro galvanizado o madera; poseen una cubierta de cristal y están dotadas de calefacción de fondo mediante la instalación de la clase de cables eléctricos perfectamente aislados que se fabrican a tal efecto. Otra forma de proveer de calefacción a la caja de propagación consiste en crear un doble fondo en ella e instalando bombillas eléctricas que al emitir calor, proporcionan la temperatura adecuada a la tierra existente en el compartimiento superior.
El mejor momento para proceder a la siembra es la segunda quinzena de marzo o la primera de abril, aunque si se dispone de calor de fondo puede realizarse a lo largo de todo el año. La temperatura requerida para la germinación de los cactus y las otras plantas suculentas varía con las especies y oscila entre 21 y 30ª C. La siembra se lleva a cabo en bandejas de poca profundidad (5-6 cm.) y cuyo fondo posea finos agujeros.
Las semillas deben ser desinfectadas con antelación a la siembra mezclando con ellas un fungicida en polvo. Dado el pequeñísimo tamaño que en general poseen estas semillas, debe hacerse la siembra esparciendo estas con sumo cuidado y de forma homogénea sobre la superficie del suelo, la cual habrá sido previamente alisada y humedecida. La dosificación de la semilla conviene que sea a razón de unas 16.000 por metro cuadrado.
El suelo que recomendamos para sembrar está compuesto por 7 pares de turba fina de sphagnum, 2 pares de tierra ligera y 1 parte de arena cuyo grano mida 0,5-1,2 mm. de diámetro. Una vez sembradas, las semillas se presionarán levemente contra el compuesto con la ayuda de una tabla plana, cubriéndose a continuación con arena de río lavada, cuyas partículas midan en torno a 1 mm. de diámetro, formando una fina capa de 1-1,5 mm. de espesor. Es conveniente mantener una cierta humedad constante en el compuesto de siembra. El riego se lleva a cabo introduciendo la bandeja de semillero hasta la mitad de su altura en un recipiente que contenga agua tibia. De esta forma la humedad asciende por el espesor del suelo a través de los agujeros del fondo de la bandeja, dándose por finalizado el riego en el momento en que se observe humedad en la superficie de la tierra.
La germinación tiene lugar a los 7-10 días, aunque en ocasiones este período puede acortarse hasta tan sólo veinticuatro horas o prolongarse durante semanas e incluso meses. En el caso de las siembras hechas en invernadero se puede acelerar la germinación colocando un cristal algo obscurecido o una lámina de plástico translucido sobre la bandeja de semillero. A partir del momento en que la germinación tiene lugar se eliminará la placa de forzado y deberá cuidarse de que el lugar esté sombreado y exista una buena ventilación. Cada 7-10 días deben hacerse pulverizaciones con algún producto fungicida para evitar la proliferación de hongos causantes de pudrición en las plántulas.
Cada 10 días deberá darse un riego en cuya agua se haya disuelto un abono de fórmula 10-20-30 con microelementos, dosificándolo a razón de 1-2 gramos por litro.
Cuando las plantas de tipo globular alcanzan un diámetro de unos 7 mm. y las de otra forma columnar poseen una altura de unos 2,5 cm. serán transplantadas a una bandeja algo más profunda y con un suelo algo menos turboso y más nutritivo, en el que se plantarán a una distancia de 2,5-3,5 cm. entre sí, dependiendo del tamaño de sus cotiledones. Una vez instaladas en su nueva ubicación las pequeñas plantas necesitan una ligera humedad constante en la tierra, así como abonados quincenales efectuados en el riego, no olvidando llevar a cabo algunos tratamientos antiparásitos utilizando productos anticriptogámicos y regando en alguna ocasión con Diazinon o Fenitrothion disueltos en agua para combatir al Rhizoecus, que puede estar atacando a las raíces.
Cuando las plantas llegan a tocarse entre sí habrá llegado el momento de realizar un nuevo transplante, bien a otra bandeja o ya directamente a maceta de 5 cm. de diámetro. Durante el invierno estas plantas no deberían padecer temperaturas menores a 7-8º C.
Un un período comprendido entre 7 y 12 meses, según las especies, se podrán obtener plantas de las que se ofrecen al público en las floristerías y que se suelen vender plantadas en maceta de 5 cm.
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