"Riego"
Dentro de la familia de los cactus existen grandes diferencias entre las necesidades de riego de unas y otras especies dependiendo del área de la cual proceden. En cualquier caso, salvo que se trate de especies epífitas, el riego debe llevarse a cabo con moderaciones pero sin llegarse a pensar que por ser plantas de desierto no necesitan agua en absoluto.
Aunque realmente toleran largos períodos con ausencia de lluvias o irrigaciones, estas plantas agradecen un aporte de agua al suelo de forma periódica durante toda la temporada de crecimiento. Al leer las diversas páginas dedicadas a diferentes especies de cactus y otras suculentas, podemos encontrar la expresión "riego mediano". Llamamos por este nombre a la sistemática de riego (frecuencia y dosis) que satisface a la mayoría de los cactus y otras plantas suculentas . Otras especies poseen unas necesidades especiales. Por ejemplo un Pyrrhocactus umadeave, regado como una especie de necesidades medias se pudriría rápidamente, ya que esta planta requiere muchísimo menos riego que la media de los cactus. Sin embargo, los cactus de tipo epífitico prefieren una humedad constante en el suelo durante todo el año.
Es muy difícil dar un calendario de riego para los cactus cultivados en maceta, ya que la frecuencia de riego depende del tipo de suelo empleado y su capacidad de retención del agua, así como la temperatura y humedad ambiente de cada zona. No obstante, si se usa nuestro compuesto standard, y para un clima como de del Levante español, pueden servir de orientación las normas que se dan a continuación, debiéndose adaptar a las circunstancias especiales de cada caso.
A principio de primavera, cuando va desapareciendo el riesgo de heladas y se observa que la planta comienza a brotar, es el momento de regar con cierta frecuencia (una vez cada 10-12 días) y se irá aumentando la frecuencia de los riegos, de forma progresiva hasta llegar a los meses más cálidos, en los que se regará cada 4-8 días según zonas. A partir del 30 de septiembre se comenzará a reducir la intensidad del riego, realizándose cada 8-10 días y espaciándolo cada vez más con el fin de ir haciendo entrar en reposo a las plantas, hasta llegar prácticamente a suprimirlos durante diciembre-enero o, como mucho, dar un riego suave cada 20-40 días en el periodo más frío.
Debe tenerse en cuenta que con temperaturas inferiores a 10º C. no deben regarse los cactus, puesto que el riego de pudrición sería grave. No está de más hacer una observación que vemos incumplida con cierta frecuencia; más vale un buen riego que humedezca todo el volumen del suelo en la maceta que diez humedecimientos superficiales que no alcanzan a los pelos absorbentes de la raíz.
Otro consejo práctico es el de que, para evitar excesos, se deje prácticamente seca la tierra entre cada dos riegos.Salvo las especies con pelo, los cactus y las otras plantas suculentas agradecen que se les de una pulverización con agua de vez en cuando.
Las horas más favorables para el riego son:
-Final de primavera, y verano: últimas horas de la tarde.
-Principio de primavera, otoño e invierno: primeras horas de la mañana.
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